Si, es apto para todos los pacientes, incluso jóvenes que presentan alguno de los problemas mencionados anteriormente. Así mismo, podemos aplicar esta técnica en todo tipo de pieles y en cualquier parte del cuerpo, incluso en zonas delicadas, como alrededor de los ojos o el cuello.

Dependiendo de la patología que vayamos a tratar. Se pueden aplicar un sinnúmero de productos que permitan cerrar los poros dilatados, estimular aún más la formación de colágeno, mejorar cicatrices, eliminar manchas, revitalizar la piel, generar efecto de tensión para eliminar la flacidez. La gran ventaja del dispositivo Nanopore es que nos permite penetrar los productos en las capas profundas de la piel logrando resultados mucho más efectivos.

Puede generar molestias mínimas, pero no es doloroso. Solo en casos muy específicos, donde el paciente es muy sensible al dolor, podemos aplicar crema anestésica tópica. La aplicación de Nanopore es completamente tolerable.

Es un procedimiento sencillo y ambulatorio que se realiza en consultorio en 45 minutos aproximadamente. Inicialmente preparamos al paciente, limpiando la zona a tratar muy bien, luego se empieza a pasar el dispositivo a una intensidad y frecuencia mínima, para luego aumentarla paulatinamente. A su vez, se van aplicando los diferentes tipos de productos en varias fases. Se finaliza con una crema selladora. Una vez terminada la sesión del tratamiento con Nanopore el paciente tendrá algo de enrojecimiento, pero no es impedimento para continuar con sus actividades con total normalidad.

Para estos tratamientos, se indican de 3 sesiones en adelante, con un intervalo de 20 días cada una, para lograr que la piel absorba los principios activos y elimine la piel muerta. Los resultados son progresivos y duraderos. Dependiendo del caso y la patología se determina el número de sesiones.

 ¿Es seguro?

Su manejo solo lo realizan médicos capacitados en el uso de esta tecnología, ya que permite cambiar la profundidad e intensidad para tratar diferentes tipos de piel y ajustarse según la necesidad, para así llevar un seguimiento asertivo en la piel de cada paciente.

Podemos tratar a pacientes de todas las edades, (jóvenes a partir de los 18 años en adelante). Este tratamiento se puede realizar en todo tipo de piel, desde las más jóvenes con problemas de grasa, poros abiertos, manchas y marcas de acné, hasta las pieles maduras con problemas de deshidratación, flacidez, cicatrices y falta de elasticidad cutánea.

Cara, espalda y glúteos, según la necesidad.

En algunos casos es necesario combinarlo con peeling y limpiezas faciales, entre otros métodos para obtener los resultados deseados